La inseguridad que se siente cuando estás cambiando.
Los renacimientos suceden. Tuviste un despertar personal, te pusiste a tomar acción y a dejar atrás algunos de tus dramas e historias. Ahora te sientes como nueva, eres tú misma, tienes muchos insights que quieres compartir para cambiar el mundo y para inspirar a otros. Tus alas están abiertas y quieres usarlas.
Pero pasa, eso que sucede cuando naturalmente estás cambiando, la inseguridad vuelve. ¿Por qué?
Porque todo es nuevo y se está asentando. Porque eres humana, porque tus ganas de mostrar los cambios son más grandes que tu paciencia, y la paciencia es necesaria. Porque se siente increíble y al mismo tiempo aterrador nacer, pero nacer es un proceso.
Porque después de una gran expansión viene siempre una gran contracción.
Mi recomendación:
Ve lento. La inseguridad será constante al principio, estás aprendiendo a ser tu nueva tú y eso toma tiempo. Ámate. Se gentil contigo, re calibra primero. Te vas a equivocar, posiblemente te vuelvas a sabotear y vas a ver como los viejos hábitos regresan, pero es normal.
No te apresures a mostrarle al mundo que ya eres otra, madura tu transformación, deja que la sabiduría se asiente en tus células, no grites tus cambios al viento todavía. El exponer sin asimilación, es vulnerable y aunque estoy en pro de la vulnerabilidad, creo más en la integridad.
Mostrarte o compartir con otros lo que ya has integrado en ti y no solo lo que has descubierto, siempre tendrá un impacto más poderoso.
Cuando veas la inseguridad al pie de tu puerta haz una pausa, acércate a ti, haz silencio y luego poco a poco ve abriéndote de nuevo. Es así como reafirmas tu cambio. Es así como traes confianza a este nuevo proceso de ser auténtica. Es así como muestras esta luz que ahora ves.
Una vez que has invernado con tu descubrimiento, ahora sí dilo, cántalo, compártelo, ponlo en un proyecto que vaya ayudar a otros, escríbelo. Ve y dile que lo amas, ve y demuestra quién eres en ese trabajo, pon en marcha tus nuevas actitudes y haz de tu cambio algo verdadero y permanente en tu vida.
Aunque a veces sea muy aterrador ver nuestra propia grandeza, créeme, cuando la confianza en ti se asiente la inseguridad te visitará cada vez menos.
Al despertar ya no serás la misma.
Tu luz se encenderá cada vez más grande y más lejos.
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